El miedo es el sentimiento humano más recurrente a lo largo de la vida. Es un sentimiento paralizante, capaz incluso de dejar paralizado a la persona más valiente cuando esta se deja dominar por él.
Sin embargo, el miedo nos mantiene alerta, despiertos los sentidos y hasta puede hacernos más fuertes si por el contrario, conseguimos dominarlo y ponerlo a nuestro servicio.
Habrá quien piense que los valientes no tienen miedo, pero se equivocan.
Los valientes son capaces de controlar su miedo y ponerlo a su servicio para superar todas aquellas situaciones que nos asustan. Bien, pero ¿cómo se consigue esto?
No es sencillo superar tus miedos, de hecho no existe formula, ni hechizo o conjuro que nos ayude a ello. Solo cabe hacer una cosa: afrontarlos, enfrentarnos a ellos con el afán de superarlos.
No podemos olvidar valorar qué nos aportará afrontar y superar esos miedos, nos ayudará a marcar un objetivo en el que enfocar nuestros esfuerzos. Personalmente creo que muchas veces enfrentamos el miedo cuando seguir viviendo con él, es peor que enfrentarlo ( y tarde o temprano, la mayoría de las veces es lo que acaba pasando)
No será fácil. Si alguien intenta convenceros de lo contrario creo que no se ajusta a la realidad, de lo que si estoy segura es que SIEMPRE valdrá la pena.
Nuestros miedos nacen o bien de nosotros mismos, (a veces somos nuestros peores enemigos) de nuestras creencias, y muchas veces, de los que nos hicieron creer, nuestros padres, nuestros educadores, y muchas veces nuestras parejas, lo que se llama nuestros amores primarios. Aquellas personas que nos marcan en la vida.
A veces resultará un proceso largo y difícil. Eso sí, seguro que en el momento que decidas afrontar tus miedos, cada día, estarás un paso más cerca de superarlos. Con cada superación verás crecer la confianza en ti mismo, la que los demás depositan en ti y algo tan importante como tu autoestima.
Por eso solo queda confiar en ti mismo y decidirte a afrontar todos tus miedos , uno a uno, hasta superarlos todos.
Hasta la próxima semana…y no olvidéis que «hay dos destinos y uno, depende de nosotros mismos»
VirginiA
